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| La escuela de Hass, en la provincia siria de Idlib, tal como quedó tras el bombardeo aéreo. Rusia acusó a EEUU de haber realizado el bombardeo y EEUU y sus aliados dijeron por su parte que fue la aviación rusa. Todas las pruebas indicaron desde el primer momento que fue la coalición liderada por EEUU en Siria. |
Daniel Pañol / Agencias
Una comisión de la ONU que investiga los crímenes en Siria reveló que una escuela de la ciudad de Al Raqa, bombardeada por las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos en marzo de 2017, albergaba a doscientos civiles desplazados y no a terroristas. En el ataque, murieron 150 personas.
En un documento presentado en marzo de 2018 en Ginebra, Naciones Unidas señala que “la comisión realizó 20 entrevistas entre supervivientes, familiares de víctimas, socorristas y residentes, y estableció que la escuela acogía a familias sirias desplazadas desde 2012. De 200 personas que vivían allí, 150 fueron asesinadas tras el ataque”.
Desde la ONU indican que toda la información que la comisión pudo reunir rechaza la versión que Estados Unidos dio en aquel momento para justificar el ataque, afirmando que en ese establecimiento había 30 milicianos yihadistas del Estado Islámico (Daesh), y que no tenía «prueba alguna» para comprobar que el recinto estaba siendo utilizado por personas desplazadas.
En un documento presentado en marzo de 2018 en Ginebra, Naciones Unidas señala que “la comisión realizó 20 entrevistas entre supervivientes, familiares de víctimas, socorristas y residentes, y estableció que la escuela acogía a familias sirias desplazadas desde 2012. De 200 personas que vivían allí, 150 fueron asesinadas tras el ataque”.
Desde la ONU indican que toda la información que la comisión pudo reunir rechaza la versión que Estados Unidos dio en aquel momento para justificar el ataque, afirmando que en ese establecimiento había 30 milicianos yihadistas del Estado Islámico (Daesh), y que no tenía «prueba alguna» para comprobar que el recinto estaba siendo utilizado por personas desplazadas.
En ese sentido, la comisión de la ONU identificó a doce supervivientes, entre los que había cuatro mujeres y seis niños, de los cuales el más pequeño apenas tenía diez meses. Varios de ellos sufrieron heridas graves, incluidas quemaduras. Incluso algunos quedaron son sus piernas mutiladas, según el relevamiento de la información realizada por los especialistas.
Finalmente, el informe señala que “la comisión concluye que la Coalición (nombre con el que se identifica la alianza militar liderada por Washington) debía conocer la naturaleza de su blanco y no cumplió con tomar todas las precauciones posibles para evitar o minimizar la pérdida de vidas civiles, causarles heridas o destruir infraestructura civil”.
Otra escuela bombardeada
El bombardeo de una escuela, a finales de octubre de 2016 en la provincia siria de Idlib, que causó 35 muertos, la mayoría de ellos niños, fue para el momento el más mortífero en seis años de contienda y constituye un crimen de guerra. Unicef evaluó el número de víctimas inicialmente en 22 niños y seis maestros, pero la cantidad de víctimas creció a medida que avanzaron las tareas de rescate. Según fuentes en el terreno, en la zona residencial de la localidad de Hass bombardeada hasta 11 veces ese día, había dos escuelas.
Anthony Lake, director ejecutivo de Unicef, dijo que si los ataques sobre las escuelas fueron deliberados pueden ser considerados crimen de guerra. “Esta última atrocidad puede constituir el más mortífero ataque a una escuela desde que empezó la guerra -se lee en el comunicado de Lake.
La provincia de Idlib es todavía el feudo de las milicias de oposición al régimen de Bashar el Asad, y ha sido regularmente bombardeada tanto por la aviación siria como la rusa y la estadounidense debido a la presencia asimismo de grupos yihadistas.
De otro lado, la televisión estatal siria ha mostrado hoy jueves imágenes de dos estudiantes muertos y otros 13 heridos en la zona gubernamental de Alepo por proyectiles lanzados desde el sector rebelde que hicieron impacto en una escuela pública.
Juliette Touma, responsable de comunicaciones de Unicef en la región, dijo que 591 niños murieron en el 215 en Siria, parte de ellos en bombardeos a escuelas , pero el del miércoles fue sin duda el peor. Hasta el momento el más sangriento era el que se produjo en abril del 2014, cuando 30 niños murieron en una escuela del este de Alepo.
Unicef ha registrado hasta el presente año al menos 38 ataques a escuelas en toda Siria, tanto en las zonas rebeldes como en las gubernamentales. En el 2015 fueron 60. “Una de cada tres escuelas en el país está inutilizada, por daños, porque ha sido del todo destruida, porque está alojando a desplazados o porque es usada con fines militares”, dijo Juliette Touma a la agencia Ap desde Amman (Jordania).
El pasado martes, antes de que se produjera la noticia de estos bombardeos, la agencia RIA Novosti citaba la Estado Mayor ruso acusando a la aviación de Estados Unidos de haber bombardeado una escuela femenina en Al Haj Yunus, al sur de Mosul (Iraq), el pasado día 21. El jefe de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor, Serguéi Rudskói, dijo que en tres días habían muerto en bombardeos áereos más de 60 civiles -”niños incluidos”- y unos 200 habían resultado heridos.
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