Sucesos
El plan de operaciones de los mercenarios incluía tomar el SEBIN y luego avanzar hacia Miraflores "asesinando a su paso todo lo que se moviera". Entre los protocolos a emplear se incluían "no hacer prisioneros" y asesinar durante más de 400 días, luego de la toma del poder, a todo dirigente o persona vinculados a la izquierda venezolana y los movimientos sociales.
LIBROS GRATIS CADA DÍA
Cada uno de los integrantes del equipo de mercenarios, ex boínas verdes incluidos, tenía asignado un nombre en código, pero el que más ha llamado la atención fue el asignado a Venezuela. A nuestro país se le asignó el nombre código CEMENTERIO, lo cual revela el nivel de daño que se pretendía infligir a las personas, quitándoles la vida tal como este tipo de ejércitos privados ha hecho desde hace años en Afganistán, Irak, Libia, Siria y otras naciones llevadas a la guerra por EEUU.
Las nuevas revelaciones se suman a otras que luego de la fallida incursión marítima por Macuto, se han dado a conocer en la prensa nacional e internacional. La operación habría sido autorizada mendiante contrato firmado, por el ex presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, en complicidad con los gobiernos de Duque y Trump, que varios días después negaron su implicación.
El contrato estipulaba el pago de 212 millones de dólares por el derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro, más un porcentaje de todos los bienes "recuperados" por los mercenarios, sumando miles de millones de dólares. El contrato no especifica si esos bienes son solamente públicos, por lo que se cree que también los mercenarios podían saquear empresas privadas como parte del botín de guerra a tomar para reclamar el porcentaje ofrecido por Guaidó. Instalaciones petroleras estarían incluidas, lo mismo que taladros, vehículos, computadores, edificios y maquinarias de las industrias del hierro, petróleo, aluminio, electricidad, telecomunicaciones y otras.
0 Comentarios