EEUU investiga para condenar a empresario que envió 150 mil barrilles de gasolina a Venezuela (+Reuters)

Hijo de puta


Reuters
Estados Unidos investiga al magnate naviero venezolano Wilmer Ruperti por "violar posiblemente las sanciones" al llevar combustible que escasea a su país, según dos altos funcionarios estadounidenses. Esto según informó la agencia de espionaje Reuters.


BRAVE
La investigación se enfoca en un cargamento que Wilmer Ruperti envió en abril desde Trinidad y Tobago, dijeron los funcionarios a Reuters. EEUU considera que dicho envío ayudó a socavar los planes de paralización total del parque automotor que hubieran permitido exacerbar la crisis y producido un colapso de total en la asediada nación.


Ruperti es más conocido en Venezuela por haber fletado barcos en 2002-2003 para importar gasolina y ayudar a romper una huelga en PDVSA, ganando una medalla de un agradecido Chávez.

El tanquero que transportaba el envío de alrededor de 150 mil barriles en abril había señalado a Aruba como su destino, pero dejó de transmitir su ubicación antes de descargar en la terminal El Palito de Venezuela, según datos de Refinitiv Eikon y personas con conocimiento del asunto.

El enviado del presidente Donald Trump para Venezuela, Elliott Abrams, dijo que el Departamento del Tesoro, que supervisa la política de sanciones, determinará el curso de la investigación.

“Creo que las personas que hacen cumplir las sanciones estadounidenses están observando sus actividades”, dijo en una entrevista el 29 de mayo.

“Ruperti ha reconocido lo que está haciendo”, agregó Abrams, sin dar más detalles.

Ruperti dijo en una entrevista en abril con Associated Press que había enviado ese mes a Venezuela un cargamento de gasolina de 300 mil barriles y tenía la intención de enviar un millón de barriles más.

Fue citado describiendo la operación como un “trabajo humanitario” y que sus abogados habían informado al Departamento del Tesoro de Estados Unidos en marzo, sin recibir ninguna objeción.

Los funcionarios estadounidenses dijeron que hay excepciones para bienes humanitarios como alimentos, medicamentos e, incluso en algunos casos, combustible, pero tales envíos requieren autorización explícita de Estados Unidos.

Abrams dijo que no estaba al tanto de ninguna aprobación de Estados Unidos para las actividades de Ruperti.

Un segundo alto funcionario de la administración Trump, que habló bajo condición de anonimato, confirmó que Ruperti estaba siendo investigado y también dijo que no se había otorgado ninguna exención.

El funcionario calificó las transacciones de Ruperti como “definitivamente sancionables”, aunque no proporcionó un cronograma para acciones potenciales: “Siempre vamos a construir el mejor caso posible”.

El Departamento del Tesoro, cuya Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) supervisa las sanciones, no confirmó si está investigando a Ruperti.

Pero dijo que recibe muchas consultas cada semana a través de varios canales oficiales sobre si las actividades de individuos o entidades cumplen con las sanciones.

“Quienes presenten tales solicitudes no deberían concluir que su actividad es permisible o no sancionable bajo las autoridades de la OFAC sin recibir una confirmación formal de la OFAC”, dijo un portavoz del Tesoro.
El barco llegó a El Palito

El envío de aproximadamente 150 mil barriles, en el centro de la investigación estadounidense, dejó el puerto Pointe-a-Pierre, de Trinidad, a bordo del petrolero Aldan, de bandera de Liberia, el 20 de abril, señalando a Aruba como su destino, según datos de Eikon.

No obstante, el 22 de abril dejó de transmitir su ubicación, mostraron los datos. Según tres fuentes, el barco luego fue a la terminal de El Palito, en Venezuela, para descargar.

Eurotankers Inc, con sede en Grecia y que maneja el Aldan, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Ni Ruperti ni su compañía Maroil han confirmado públicamente todos los detalles de la transacción. Pero una factura de marzo vista por Reuters mostró una solicitud de anticipo de Maroil a PDVSA por 12 millones de euros (13,7 millones de dólares) para el suministro de gasolina. Reuters no pudo confirmar si se completó el pago.

Después de entregar la gasolina, Maroil también recibió en mayo una carga de combustible de 270.000 barriles de PDVSA en el buque Confidence P, según documentos internos de la compañía.

Eso sugiere que el acuerdo puede haber sido estructurado como un intercambio de la gasolina enviada desde Trinidad por combustible producido en el país.

Las autoridades estadounidenses consideran que tales intercambios son prácticas para evadir las sanciones, dijo el alto funcionario de la administración estadounidense.

Algunos de los socios extranjeros de PDVSA han evitado las transacciones en efectivo con la compañía debido a la prohibición de Washington del uso del sistema financiero de Estados Unidos y en su lugar han recurrido a esos intercambios.

El mes pasado, Venezuela importó combustible de Irán, otro adversario estadounidense sancionado.

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