La imagen bananera del Capitolio, tomado por las hordas trumpistas, alentadas previamente por su líder, será la que defina el mandato autócrata del presidente Donald Trump. Los cimientos de la democracia más antigua del mundo sufrieron un movimiento sísmico cuando senadores y legisladores tuvieron que ser evacuados ante la ruptura del cinturón de seguridad y la invasión por los fanáticos seguidores de Trump.
En el interior se montaron barricadas para proteger los accesos a las salas del Senado y de la cámara de representantes. Se lanzaron gases y hubo cargas. Se escucharon disparos. Los responsables policiales de la sede del poder legislativo, al ver que habían perdido el control del edificio, solicitaron la colaboración de la guardia nacional para acabar con la ocupación de los fascistas. Las unidades militares respondieron de inmediato para tomar control de la situación.
Esta invasión obligó a suspender la sesión en que las dos cámaras debían ratificar la victoria de Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre. La sesión la presidía el vicepresidente Mike Pence, que fue rápidamente puesto bajo protección "en un lugar seguro". Lo mismo se hizo con la presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, que, por su cargo, fue una de las que también requirió la ayuda de la guardia nacional.
Los expertos indicaron que recuperar totalmente la normalidad y de que se pudiera volver a la labor de la certificación podía llevar 24 horas.
Intento de golpe de Estado
En el contexto se encuentra el intento de golpe de Estado que Trump ha estado incitando desde que perdió, en las urnas y en los tribunales, pero en especial durante estas dos últimas semanas. En verdad, esta ratificación del presidente electo no es más que un proceso ceremonial.
Sin embargo, Trump se agarró a esto como a un clavo ardiendo. Durante varios días ha estado incitando a manifestarse en paralelo a ese acto protocolario que pone fin formal a su mandato. “Será una protesta salvaje”, prometió en su Twitter.
Orden a sus secuaces
Poco antes de que empezara la sesión conjunta de las dos cámaras, Trump habló en esa manifestación. Apeló a todo tipo de teorías para sostener que él gano y que le han robado. Esas teorías nunca las han llevado sus abogados a los juzgados porque saben que mentir en un tribunal acarrea una condena.
Pues bien, en medio de esas teorías, de las mentiras de que ha ganado, de presionar a su Pence para que anulara los resultados –cosa que el mismo Pence le dijo que era imposible-, el presidente de Estados Unidos animó, más bien ordenó, a sus secuaces que se dirigieran al Capitolio.
Caos
El caos era más que evidente. Los asaltantes se sacaron fotos posando en las bancadas de los legisladores. Lucían gorras de "MAGA" (las siglas en inglés del lema trumpista: Hacer América grande de nuevo) y se hacían selfies. La estampa recordaba a los golpistas en países dictatoriales.
El senador Ted Cruz y el legislador Jim Jordan, dos de los principales opositores a la certificación de Biden, pidieron por Twitter que los manifestantes abandonaran.
"Dad apoyo a la policía"
Cuando todo el desastre ya se había extendido, Donald Trump tuiteó a sus insurrectos: “Por favor, dad apoyo a la policía del Capitolio y a las fuerza de seguridad. Ellos están verdaderamente en el lado de nuestro país. Mantened la paz”. Alguien le respondió: “Tú lo has provocado”.
Pero esta última instrucción llegó muy tarde, cuando el caos ya se había apoderado de la capital estadounidense. Se sabe de momento que ha habido al menos un herido de bala. También ha trascendido que la vicepresidenta de Biden, Kamala Harris, ha sido llevada a un lugar de seguridad, que la Guardia Nacional va a desplegarse y que la ciudad establecerá un toque de queda a las 18.00 horas.
La situación se ha desatado después de que Pence haya retirado su apoyo a Trump a través de un comunicado. “Es mi decisión meditada que mi juramento de apoyar y defender la Constitución me restringe de reclamar autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no”, ha indicado Pence en una carta al Congreso antes del evento que ha colgado en su cuenta de Twitter.
La pérdida del apoyo de Pence no ha impedido sin embargo que miles de partidarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incluidos grupos de extrema derecha, protestasen en Washington contra la sesión del Congreso que certificará la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales del padado noviembre.
Algunos de estos manifestantes han entrado en el Capitolio que preveía certificar hoy la victoria de Biden, por lo que la Cámara se ha visto obligada a interrumpir la sesión. Los congresistas han tenido que ser desalojados, según indican los medios locales, que apuntan también a la llegada del Ejército para contener a los manifestantes.
Además, los asaltantes han protagonizado un enfrentamiento armado con los agentes de seguridad del Capitolio, que reportaron haber oído disparos. De momento, no se sabe cuándo se retomará la sesión.
Trump, quien perdió la reelección, prometió dirigirse a los manifestantes en la Elipse, un parque cerca de la Casa Blanca, donde Biden asumirá la presidencia en dos semanas. "¡GRANDES MULTITUDES!", escribió en Twitter.
Teorías de conspiración
Uno de sus hijos, Eric Trump, caldeó con teorías de conspiración infundadas a la multitud que agitaba banderas
"¿Hay alguna persona aquí que realmente piense que Joe Biden ganó estas elecciones?", le preguntó Eric Trump a los manifestantes, que respondieron a los gritos de "¡No!".
Todos los estados han certificado que el demócrata Biden ganó las elecciones por 306 votos del colegio electoral frente a los 232 de Trump. Los desafíos legales de Trump al triunfo de Biden han fracasado en los tribunales de todo el país.
"No importa", dijo Eric Trump. "Pueden mentir, pueden engañar, pueden robar. Mi padre ha iniciado un movimiento y este movimiento nunca, jamás, morirá".
Intento de obstrucción
El Congreso tiene previsto certificar la victoria de Biden hoy. Muchos de los compañeros republicanos de Trump han prometido un esfuerzo de obstrucción que podría extender los procedimientos más allá de la medianoche, pero es casi seguro que fracasará.
La policía de Washington expulsó de la ciudad a Enrique Tarrio, líder del grupo de extrema derecha Proud Boys, que apoya a Trump, tras ser arrestado el lunes por destrucción de propiedad y posesión de una revista de armas de fuego. Tarrio no pudo ser contactado de inmediato para hacer comentarios.
Control policial en el Capitolio
El control de multitudes recayó en gran medida en el Departamento de Policía Metropolitana, que movilizó a 3.750 agentes, a la Policía del Capitolio, a la Policía del Parque, al Servicio Secreto y a más de 300 miembros de la Guardia Nacional de la ciudad, según dijeron el jefe de policía de Washington, Robert Contee, y otros funcionarios.
La policía pidió a los manifestantes que no lleven armas a Washington, que tiene algunas de las leyes de tenencia más estrictas del país y prohíbe el porte abierto de armas de fuego.
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