Jefes paramilitares pagaron a Uribe 10 millones de dolares cada uno para obtener penas cortas de prisión (+Impunidad)

Matarife


Salvador Hincapié Jaramillo
Una serie creada para redes sociales como Facebook, Youtube, Twitter y WhatSapp muestra con documentos gráficos y videos cómo el entramado de corrupción y crimen creado alrededor de la figura del cruel y sanguinario asesino colombiano Alvaro Uribe Vélez, ex gobernador departamental y ex presidente colombiano. 

Los vínculos de Uribe con el crimen provienen de su misma familia: su padre violaba a jóvenes campesinas y exigía derecho de pernada antes de que se casaran (debían acostarse con él antes de casarse o mataba a sus familias), motivo por el cual fue asesinado en los años 80. Tal era la crueldad y del viejo Uribe que una vez fallecido sus hijos apenas pudieron quedarse con una de las 30 haciendas que tenían el violador de mujeres humildes. 

Uribe fue también secretario privado del entonces senador colombiano Pablo Escobar. Luego como director de Aeronáutica Civil de Antioquia facilitó miles de vuelos con droga hacia EEUU, por lo que ese país lo incluyó en la lista de narcos colombianos, asignándole en número 82. Luego como gobernador del mismo departamento, fundó y financió las CONVIVIR, que fueron el semillero de los actuales grupos paramilitares colombianos.

Como presidente, acusado de haber ganado las elecciones, obligando bajo amenazas de muertes de miles de poblados controlados por los narco paramilitares bajo su égida, Uribe favoreció a los paramilitares y les concedió una pantomima de proceso de paz, donde incluso los indemnizó. Es allí donde entra en juego la otra parte del asunto: Uribe cobró 10 millones de dólares a cada jefe paraco para "castigarles" con penas similares a las que se le otorgan en Colombia a un carterista cualquiera, no obstante que se trataba de criminales que habían asesinado a miles de inocentes y enviado miles de toneladas de cocaína a EEUU. Esto lo denunciaron narcos como Fabio Ochoa Vasco, amigo de Uribe desde que ambos trabajaban para Pablo Escobar.

Los paramilitares en realidad nunca se desmovilizaron.  Dicho proceso fraudulento solo sirvió para que criminales como Salvatore Mancuso lavaran sus crímenes bajo supuestos de crímenes políticos.Mancuso y otros altos jerarcas paracos pagaron 10 millones a Uribe y sus allegados. El llamado Plan de Justicia y Paz, fue una fachada, nada más que eso.

Vea el video y entérese de los testimonios demoledores que demuestran la culpabilidad de Uribe como narco y mafioso que tiene las manos manchadas con la sangre de miles de colombianos.




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